El gobierno, con una clara intención recaudatoria, acaba de aprobar una medida fiscal que penaliza la venta de inmuebles adquiridos antes de 1995.
Efectivamente, se suprimen dos coeficientes correctores esenciales: uno de actualización (que tiene en cuenta la inflacción) y el de “abatimiento”. Es decir, a partir del uno de enero, se tributará sobre el 100% de la ganancia, sin poder considerar matiz alguno.
Según el Gabinete de Estudio de ARQUITASA, #LaTasadoraDeLosArquitectos, aunque la medida puede potenciar un aumento de las ventas en el último trimestre del año, con este incremento, en algunos casos de hasta el 50% de la fiscalidad, será perjudicial a medio plazo para el mercado inmobiliario.